viernes, 17 de febrero de 2012

Lo que toca en Venezuela

A raíz de lo sucedido el pasado domingo, he decidido enfocarme más en el país, y más específicamente, el ámbito político del país.


Después de 13 años de malas acciones, las primarias de la oposición significaron una mejora inmensurable. gran parte de la culpa de que hayamos llegado a esta situación recae en que la oposición cometió errores garrafales, gigantescos. Mala administración de un vacío de poder en el 11 de abril, paro petrolero, mala actuación en el referéndum de 2004, llamar a la abstención en 2005, y demás errores de ese carácter, que lo que hicieron fue aumentar la polarización y el resentimiento en la sociedad venezolana. Y las divisiones internas causaron muchos daños en las elecciones recientes. La Mesa de la Unidad Democrática no había tomado buenas decisiones hasta el momento, habían aprobado un Mamotreto, o lo que ellos llamaron unos "Lineamientos", con muchos puntos dañinos. Los peores políticos de la MUD (porque, vamos a reconocerlo, hay políticos en la MUD que son tan o casi tan malos como los del oficialismo, entre ellos Ramos Allup, Borges, García, Mendoza y otro tanto) estaban al acecho y planeaban movidas para hacerse con el poder. Antes de las primarias, al menos desde mi punto de vista, las elecciones del 7 de octubre parecían perdidas.


Sin embargo, el proceso de primarias fue un giro de 180 grados. La gente, cansada del régimen, y cuya inconformidad no había sido notada, salió a votar, a demostrarle a Chávez que está cansada de él. 3.000.000 de votos en una primaria, y de la oposición. Algo sin precedentes incluso en la historia del mundo. Se demostró que el trabajo organizativo de la MUD, unido al descontento de la gente, generó lo que los estadounidenses llaman un turnout, y un point of no return, lo que sería un giro 180 grados y un punto de quiebre. Y, al menos en la mayoría de los casos,prevalecieron los mejores políticos (quiero hacer, entre otros casos, una distinción: una de las peores cosas fue que García ganara para Libertador y Muchacho para Chacao; uno es muy, muy ineficiente, y con el segundo hay que tener cuidado, es muy, muy sectario) que estaban disputando la candidatura de la MUD. Pero, más que todo, la gente demostró una firme determinación de acabar con 13 años de opresión. Y eso fue lo que golpeó tanto al chavismo.


Ésa es la razón por la que vimos esa noche a Mario Silva, balbuceando, a la vez arrecho y a la vez incrédulo, que no podía ser así porque a un elector le toma 3 minutos votar (no voy a entrar en detalles, pero si diré que es absurdo; los venezolanos no son estúpidos; lo único que había que hacer era presionar tres óvalos y luego el botón que decía "votar") y luego a Chávez hablando y hablando, y exclamando "majunche", entre otros insultos, visiblemente desesperado. Molestos, incrédulos, tratan de que no se vea como una derrota del chavismo. Porque eso fue, una derrota del chavismo, no una victoria de la oposición.
Y ellos seguirán atacando. O mejor dicho, contraatacando. Tratando de convencer, de volver a tener la confianza de la gente, van a seguir negando el resultado de las primarias, van a amedrentar, a meter miedo. Se van a venir encima con todo. Todo o nada.


Y es ahí adonde quiero llegar. Todo el sector antichavista debe reinventarse. Las primarias, sí, le dieron un empujón. Hay que aprovecharlo. Deshacerse del Mamotreto, hacer el programa de gobierno desde cero, hablar con la gente, incluirla, debatir el programa de gobierno con la gente, llamar al consenso, protegerse de la avalancha de ataques que – seguro, pueden jurarlo – vendrá de parte del sector oficialista. Va a haber la guerra política más sucia que se haya visto en este país. De hecho, comenzó ya. La sentencia del TSJ es una clara declaración. Vienen tiempos difíciles, y posteriores a ellos, más tiempos difíciles. El país, para salir de este pandemonium, tendrá, irreversiblemente, que unirse. Y no va a ser fácil salir de esto. Hay cosas – de las que hablaré cuando llegue el momento – antes y después de las elecciones presidenciales que hay que considerar.


Es por eso que no podemos quedarnos sin hacer nada. Hay que empezar a actuar. Se nos vienen encima. Pero somos más que ellos, por ahora. Si nos organizamos y nos unimos, no hay nada que puedan hacer. Eso es lo que nos toca: unirnos y organizarnos.

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